Violencia sexual y conversiones forzadas de mujeres 2: Egipto y Pakistán
Marta Petrosillo
El secuestro y la conversión forzada de las mujeres de las minorías religiosas (con frecuencia acompañados de violaciones y otras formas de violencia sexual) es un grave problema en una serie de países de especial preocupación en lo que se refiere a las violaciones de los derechos humanos, especialmente en Pakistán y Egipto. Estos secuestros no siguen un patrón establecido. Estos secuestros no siguen un patrón establecido. Algunos son oportunistas mientras otros los llevan a cabo grupos organizados. Una parte importante de ellos no está motivada por la fe religiosa exclusivamente, sino por una combinación de factores, entre ellos, en algunos casos, incentivos económicos.
Organizaciones no gubernamentales de Pakistán calculan que cada año al menos 1000 mujeres cristianas e hindúes son secuestradas y obligadas a convertirse al islam y a casarse con su agresor. En Egipto desaparecieron unas 550 mujeres cristianas de edades comprendidas entre los 14 y los 40 años entre 2011 y 2014 [6], y siguen secuestrando niñas periódicamente.
Pakistán
Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán y el Movimiento por la Solidaridad y la Paz de Pakistán los secuestros de mujeres están aumentando. Es frecuente que las autoridades digan a los padres que la niña se ha convertido y se ha casado por propia voluntad. Muchas familias ni siquiera denuncian el delito, o retiran la denuncia, ante las amenazas contra otros miembros femeninos de la familia.
A finales de diciembre de 2017, tres individuos armados secuestraron en su casa a una niña de 14 años en el pueblo de Thar, en la provincia de Sind. Dijeron a su padre que su hija se había convertido libremente al islam y se había casado con un hombre de la zona, Nasir Lunjo; la familia insiste en que la presionaron [7].
Algunos secuestros forman parte de un patrón más amplio de violencia sexual contra mujeres de las minorías religiosas: más indefensas ante los tribunales que las mujeres musulmanas constituyen un blanco fácil ya que los violadores saben que es improbable que les procesen. Si una mujer no puede demostrar que tuvo sexo en contra de sus deseos, pueden acusarla de adulterio y acabaría arrestada, azotada o incluso condenada a muerte por lapidación [8]. Por este motivo, muchas temen denunciar la violencia sexual a la que son sometidas ellas o sus familiares.
FUENTES
[6] Cifras tomadas de Foundation of the Victims of Abduction and Forced Disappearance (FVAFD).
[7] “Teenage Hindu girl abducted, forcibly converted in Pakistan: Report”, Indian Express, 21 de diciembre de 2017, http://indianexpress.com/article/pakistan/teenage-hindu-girl-abducted-forcibly-converted-in-pakistan-report-4993480/, (consultado el 4 de junio de 2018).
[8]Véase: “Pakistan village ‘court’ sentences woman to death for adultery for saying she was raped”, Independent, jueves 30 de mayo de 2017, https://www.independent.co.uk/news/world/asia/pakistan-village-court-sentence-woman-death-adultery-rape-punjab-sexual-assault-rajanpur-a7762801.html, (consultado el 4 de junio de 2018).
[9] “Egypt’s disappearing Coptic women and girls”, World Watch Monitor, 1 de mayo de 2018.
https://www.worldwatchmonitor.org/2018/05/egypts-disappearing-coptic-women-and-girls/, (consultado el 4 de junio de 2018).
[10] “Egypt: ex-kidnapper admits ‘they get paid for every Coptic Christian girl they bring in’”, World Watch Monitor, 1 de mayo de 2018, https://www.worldwatchmonitor.org/2017/09/egypt-ex-kidnapper-admits-get-paid-every-copt-christian-girl-bring/, (consultado el 4 de junio de 2018).